He fabricado esta rampa con madera de samba. Es muy lijera y no astilla. Se cepilla sin mucho esfuerzo aunque pida atención en los cambios de veta.
Según Emmi Pikler, médica y pediatra en Budapest en los años 1930, es un juguete ideal para niños. La rampa se cambia de altura apoyandose en los peldaños. Viene con un lado de listones y el otro de deslizadero. Nada de hierro, todos los ensambles están asegurados con clavos de madera, por lo que la estructura queda desmontable y modificable. El acabado es de goma laca.
Hecho por encargo y enteramente a mano. Este mueble va a durar muchas generaciones.
